BRIHUEGA
18 de Marzo de 1937
El plan de ataque diseñado por los jefes italianos del Corpo di Truppe Volontarie consistía en lanzar a su infantería junto con tanques y vehículos ligeros para abrir brecha en el frente controlado por los republicanos en el sector situado al norte de Guadalajara, tomando Brihuega y rodeando a los defensores de Madrid desde el noroeste, para llegar hasta Alcalá de Henares.
Durante todo el día 8 de marzo los italianos bombardearon masivamente con su artillería el frente republicano al mando deVíctor Lacalle Seminario, rompiendo la línea del frente con ayuda de sus tanquetas, pero la niebla y la lluvia les impidieron avanzar con verdadera rapidez, al punto que sólo penetraron 12 km en las líneas republicanas.
El 11 de marzo, los italianos pudieron hacer retroceder a las Brigadas XI y XII, que se retiraron en orden a la carretera N-II, mientras los italianos avanzaron hasta 3 km al sur de Torija, pero sus vanguardias no pudieron avanzar más debido a la lluvia intensa que convertía los caminos en barrizales.
La clave del desarrollo y resolución de la batalla estuvo en una intensa lluvia y posteriormente nieve que dejó al ejército nacional anclado a lo largo de la N-II (pavimentada) sin poder salir de ella, ya que los vehículos (sobre todo las tanquetas italianas que lo intentaron) quedaban atascados en el intenso barro al salir del seguro pavimento de la carretera. Todo ello provocó el primer colapso circulatorio que hubiera de sufrir la N-II en su historia. Por otro lado, dicho ejército no pudo contar con apoyo aéreo, puesto que fue esa misma lluvia la que inutilizó los aeródromos de campaña que operaban desde laprovincia de Soria, dejando como el más próximo aeródromo operativo el de Zaragoza, situado a unos 220 km, lo que lo hacía en la práctica inútil.
El 12 de marzo los republicanos lanzaron su contraofensiva mediante las divisiones 12ª y 14ª, las brigadas internacionales XI y XII, así como tanques soviéticos BT-5 y sobre todo T-26, de mayor blindaje y artillería que sus rivales italianos. Mientras tanto, la aviación republicana operaba desde Guadalajara, Barajas y Cuatro Vientos, situados relativamente cerca y pavimentados con hormigón, que no perjudicaba el despegue y aterrizaje de aviones.
En el contraataque republicano del 12 de marzo, el general italiano Mario Roatta intentó modificar su orden de batalla para hacer frente a los tanques pesados soviéticos que empleaba la República, pero semejante tarea fue casi imposible, pues aunque los vehículos italianos salieron de la carretera N-II para desplegarse en campo abierto, el barro formado por las lluvias dejó atascados a dichos vehículos. La aviación republicana logró así destruir gran número de tanques, tanquetas y camiones de los italianos.
El 13 de marzo los republicanos intentaron un movimiento envolvente, uniendo la 11ª División mandada por Enrique Lístercon las unidades de tanques, las Brigadas Internacionales al centro con la 12ª División y en el flanco del río Tajuña la 14ª División al mando de Cipriano Mera, para converger en Brihuega. El avance republicano tuvo éxito y las unidades italianas debieron retroceder. Desde el día 14 hasta el 17 el frente se mantuvo estático mientras la aviación republicana destruía objetivos enemigos sin hallar resistencia seria.
El 18 de marzo prosiguieron los republicanos el avance en un contraataque general, logrando que en la tarde de ese día los italianos se retirasen de Brihuega para evitar quedar cercados. Si bien la retirada italiana se realizó de manera ordenada, el CTV ya había perdido la mayoría de su material de guerra en esa fecha. Entre el 19 y el 23 de marzo los republicanos recuperaron el territorio perdido y los italianos volvieron a sus posiciones anteriores.
Durante todo el día 8 de marzo los italianos bombardearon masivamente con su artillería el frente republicano al mando deVíctor Lacalle Seminario, rompiendo la línea del frente con ayuda de sus tanquetas, pero la niebla y la lluvia les impidieron avanzar con verdadera rapidez, al punto que sólo penetraron 12 km en las líneas republicanas.
El 11 de marzo, los italianos pudieron hacer retroceder a las Brigadas XI y XII, que se retiraron en orden a la carretera N-II, mientras los italianos avanzaron hasta 3 km al sur de Torija, pero sus vanguardias no pudieron avanzar más debido a la lluvia intensa que convertía los caminos en barrizales.
La clave del desarrollo y resolución de la batalla estuvo en una intensa lluvia y posteriormente nieve que dejó al ejército nacional anclado a lo largo de la N-II (pavimentada) sin poder salir de ella, ya que los vehículos (sobre todo las tanquetas italianas que lo intentaron) quedaban atascados en el intenso barro al salir del seguro pavimento de la carretera. Todo ello provocó el primer colapso circulatorio que hubiera de sufrir la N-II en su historia. Por otro lado, dicho ejército no pudo contar con apoyo aéreo, puesto que fue esa misma lluvia la que inutilizó los aeródromos de campaña que operaban desde laprovincia de Soria, dejando como el más próximo aeródromo operativo el de Zaragoza, situado a unos 220 km, lo que lo hacía en la práctica inútil.
El 12 de marzo los republicanos lanzaron su contraofensiva mediante las divisiones 12ª y 14ª, las brigadas internacionales XI y XII, así como tanques soviéticos BT-5 y sobre todo T-26, de mayor blindaje y artillería que sus rivales italianos. Mientras tanto, la aviación republicana operaba desde Guadalajara, Barajas y Cuatro Vientos, situados relativamente cerca y pavimentados con hormigón, que no perjudicaba el despegue y aterrizaje de aviones.
En el contraataque republicano del 12 de marzo, el general italiano Mario Roatta intentó modificar su orden de batalla para hacer frente a los tanques pesados soviéticos que empleaba la República, pero semejante tarea fue casi imposible, pues aunque los vehículos italianos salieron de la carretera N-II para desplegarse en campo abierto, el barro formado por las lluvias dejó atascados a dichos vehículos. La aviación republicana logró así destruir gran número de tanques, tanquetas y camiones de los italianos.
El 13 de marzo los republicanos intentaron un movimiento envolvente, uniendo la 11ª División mandada por Enrique Lístercon las unidades de tanques, las Brigadas Internacionales al centro con la 12ª División y en el flanco del río Tajuña la 14ª División al mando de Cipriano Mera, para converger en Brihuega. El avance republicano tuvo éxito y las unidades italianas debieron retroceder. Desde el día 14 hasta el 17 el frente se mantuvo estático mientras la aviación republicana destruía objetivos enemigos sin hallar resistencia seria.
El 18 de marzo prosiguieron los republicanos el avance en un contraataque general, logrando que en la tarde de ese día los italianos se retirasen de Brihuega para evitar quedar cercados. Si bien la retirada italiana se realizó de manera ordenada, el CTV ya había perdido la mayoría de su material de guerra en esa fecha. Entre el 19 y el 23 de marzo los republicanos recuperaron el territorio perdido y los italianos volvieron a sus posiciones anteriores.